Tener una rutina diaria de yoga es una excelente manera para controlar la ansiedad causada por las cuarentenas. No importa si eres experto o principiante, incorporar este método te ayudará a ser constante, trabajando tu cuerpo y mente al ritmo que tú prefieras.
El yoga es una disciplina que aplica técnicas físicas, ejercicios de respiración y meditación, es la actividad perfecta para equilibrar nuestro sistema inmune y entregarnos la energía y vitalidad que necesitamos en estos días difíciles. Recuerda que la perseverancia es la virtud del yogui.
Yoga en casa
Aquí te dejo algunos consejos para que comiences tu práctica de yoga en casa.
Hazte un horario y sé constante. Busca un lugar dentro del día que sea solo para ti, para conectarte con tu interior.
Entrégale una intención a tu práctica. Ya sea física, mental o emocional. En yoga no todo es llegar a la postura, también a veces tenemos que trabajar en nuestra respiración y emociones.
Antes de comenzar la práctica física, ve hacia tu interior y conéctate con lo que realmente quieres trabajar.
Si eres principiante debes considerar que ir a tu propio ritmo es fundamental. No fuerces tu cuerpo a posturas que todavía no son para ti. Todo llega en su momento perfecto.
Recuerda siempre respirar por nariz. El proceso respiratorio en yoga se debe hacer inhalando y exhalando por nariz. Durante la práctica observa cómo se va comportando tu prana (energía vital) con las posturas, procura mantener una respiración larga y fluida en cada asana (postura).
Luego de realizar posturas físicas y ejércitos respiratorios, quédate en silencio e inmóvil por 5 minutos. Solo observa las sensaciones que deja en tu cuerpo y mente esta práctica personal.
Al terminar, junta tus manos al centro del pecho en anjali mudra, inhala y al exhalar recita el mantra Aum tres veces. Así cierras tu práctica y finalizas tu rutina diaria.
Calendario de yoga
Si quieres puedes apoyarte en este calendario de 21 días de yoga para que trabajes una postura en cada jornada. No es necesario tener experiencia. Tú avanzas a tu ritmo con conciencia de tu cuerpo y de lo que tienes que trabajar. La perseverancia es la virtud del yogi y eso es lo que cuenta para tu progreso.